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INFORMÁTICA 1
El objetivo básico del presente es mostrar cada una de las actividades que se desarrollarán durante el curso de la materia Informática 1 para el nivel de enseñanza Media Superior
lunes, 22 de julio de 2013
miércoles, 17 de julio de 2013
jueves, 28 de febrero de 2013
DIAGRAMA DE FLUJO
EJERCICIO: Elabora un diagrama de flujo en el documento
denominado de la misma manera (actividades anteriores) considerando lo
siguiente:
PROBLEMA: Obtener la calificación final de la materia de
informática del primer parcial considerando que 40% es otorgado a ejercicios en
centro de cómputo, 20% a tareas y 40% a examen.
sábado, 16 de febrero de 2013
ADMINISTRACIÓN II ( MAPA CONCEPTUAL)
1.2 MOVIMIENTO HISTÓRICO
Condiciones históricas que
propician su surgimiento.
Desde el origen del hombre, este
ha tenido la necesidad de transformar los elementos de la naturaleza para poder
aprovecharse de ellos, en sentido estricto ya existía la industria, pero es
hacia finales del siglo XVIII, y durante el siglo XIX, cuando el proceso de
transformación de los recursos de la naturaleza sufre un cambio radical, que se
conoce como revolución industrial. Este cambio consiste, básicamente, en la
disminución del tiempo de trabajo necesario para transformar un recurso en un
producto útil, gracias a la utilización de máquinas manuales, las cuales eran
complicadas. Esto permite reducir los costos unitarios, y aumentar la productividad,
si bien es necesario incrementar los costos totales, lo que hace imprescindible
la acumulación de capital. Para entonces está plenamente asentado en el modo de
producción capitalista, que pretende la consecución de un beneficio aumentando
los ingresos y disminuyendo los gastos. Con la revolución industrial el
capitalismo adquiere una nueva dimensión, y la transformación de la naturaleza
alcanza límites insospechados hasta entonces.
Gracias a la revolución
industrial, las regiones se pueden especializar, sobre todo, debido a la
creación de medios de transporte eficaces, un mercado nacional y otro
internacional lo más libre posible de trabas arancelarias y burocráticas.
Algunas regiones se van a especializar en la producción industrial, conformando
lo que conoceremos como regiones industriales.
La industria fue el sector motor
de la economía desde el siglo XIX y, hasta la Segunda Guerra Mundial, la
industria era el sector económico que más aportaba al producto interior bruto
(PIB), y el que más mano de obra ocupaba. Desde entonces, y con el aumento de
la productividad por la mejora de las máquinas y el desarrollo de los
servicios, ha pasado a un segundo término. Sin embargo, continúa siendo
esencial, puesto que no puede haber servicios sin desarrollo industrial.
En los países del Tercer Mundo, y
en algunos países de industrialización tardía, el capital lo proporciona la
inversión extranjera, que monta las infraestructuras necesarias para extraer la
riqueza y la plusvalía que genera la fuerza de trabajo; sin liberar de las
tareas agrícolas a la mano de obra necesaria, sino sólo a la imprescindible. En
un principio hubo de recurrirse a la esclavitud para garantizar la mano de
obra. Pero el cambio de la estructura económica, y la destrucción de la
sociedad tradicional, garantizó la disponibilidad de suficiente fuerza de
trabajo asalariada y voluntaria.
Innovaciones tecnológicas y
organización laboral.
Es importante que las empresas
tengan en cuenta las condiciones en las que el cambio tecnológico puede
producir determinados efectos en el empleo y, como consecuencia, influir
favorable o negativamente en la experiencia subjetiva y en el comportamiento de
los trabajadores. La tecnología no tiene una influencia directa e inevitable
sobre el comportamiento, sino que estaría mediatizada por la organización
social a establecer, abriendo la posibilidad de utilizar sistemas sociales
alternativos al trabajo, que satisficieran tanto criterios de productividad como
de calidad de vida laboral. Tomando como marco de referencia las distintas
posiciones teóricas y la revisión de investigación, donde se subraya la
profundidad y magnitud de los cambios que suponen los actuales adelantos tecnológicos
para el empleo.
La psicología organizacional
considera el cambio tecnológico como un “proceso social” donde se enfrenten,
tanto factores objetivos de carácter estructural, como de índole subjetiva. Estas
nuevas vías abren el camino a la importancia de potenciar la participación de
los individuos, cuyo valor parece demandar cada vez más, las nuevas
generaciones.
El reconocimiento de la mediación
de la estructura social, no solo tecnológica, entre hombre y tarea, que han
proporcionado las investigaciones del Instituto Tavistock, supuso un cambio
decisivo al impulsar el desarrollo de una comprensión más global del sistema laboral
donde se lleva a cabo la actividad profesional, abriendo el cambio a nuevos
planteamientos sobre las estrechas relaciones entre transformaciones sociales e
innovaciones tecnológicas.
Los autores desarrollan el
controvertido impacto de las innovaciones tecnológicas en el empleo,
discriminando entre el nivel cuantitativo y el nivel cualitativo, destacando
cómo estos efectos están sensiblemente condicionados por las estrategias
empresariales, que, a su vez, también pueden verse mediatizada por variables de
carácter contextual.
Cuando existen cambios
tecnológicos se pueden propiciar cambios en el comportamiento laboral, en los
roles, las habilidades, actitudes y conductas.
La tesis de Pacey (1980)
considera que la primera revolución industrial no fue simplemente una galería
de innovaciones tecnológicas, sino que representó un cambio social como
consecuencia de que los hombres de negocios reorganizaron los procesos de
producción introduciendo las fábricas e imponiendo nuevas disciplinas de
trabajo. En cambio la segunda revolución industrial, no solo dependió de
obreros disciplinados en la producción, sino también de personas en
laboratorios de investigación y de un sistema de educación técnica que
preparara a trabajadores diestros y al personal de laboratorio.
La revolución industrial, además
de una revolución tecnológica, fue también una revolución social que afectaba a
la vida de muchas personas por los cambios que provocaba en la organización del
trabajo. La organización y la disciplina, más que la inventiva tecnológica,
eran la clave del éxito, lo que supuso un cambio en el contrato social, con lo
que se empezaron a potenciar la creación de escuelas con unos horarios y
hábitos disciplinarios.
El sistema de fábrica aceleró el
paso de un modelo de trabajo precapitalista variable e irregular a un modelo de
trabajo capitalista metódico y disciplinado trayendo consigo resistencias
debido a una nueva ética consistente en identificarse con la invariable
regularidad de la compleja automatización, cuya máxima expresión se alcanzaría
con el Taylorismo, dando lugar a tensiones entre la tendencia de la producción
masiva y la del artesanado.
La tercera fase del desarrollo
histórico de la nueva tecnología, siguiendo a Feedman, se describe desde la
posición de los trabajadores, como una tecnología que reemplaza totalmente al
elemento humano en la realización de trabajo real alejándolo de la producción y
llevándolo al proceso de supervisión, planificación y/o sistemas de
mantenimiento de equipos.
La irrupción de las nuevas
tecnologías en los años 60 y 70 marca el paso de la tecnología mecánica a la
tecnología cibernética, lo que se traduce en que las máquinas desempeñan las
actividades de rutina. Esto hace que el trabajador asuma mayor responsabilidad;
se le exige respuestas a situaciones impredecibles que requieren conocimientos
y una continua atención y vigilancia. La preparación y la formación se
configuran como elementos esenciales del trabajo; es necesario que el
trabajador interprete hechos con gran capacidad de diagnóstico, iniciativa y
autonomía.
El problema del cambio
tecnológico experimentado por los individuos se diagnostica por Alvin Toffler
(1988) como el «shock del futuro», que nace de la creciente diferencia y
desequilibrio entre la velocidad del cambio del medio y la rapidez limitada de
la reacción humana.
De acuerdo con la revisión
efectuada por Siem (1986), podríamos identificar tres factores del proceso de
cambio tecnológico que actuarían como un agente causal de inadaptación social y
fuentes potenciales de resistencia en los empleados: La incertidumbre que
provoca el cambio, el desplazamiento de la persona del lugar de trabajo y la
exigencia de una cualificación nueva y más elevada. La conclusión final de esta
investigación subraya que la tecnología, nueva o tradicional, provoca un impacto
mayor e índices de determinismo más altos en el desempeño de la tarea, pero, en
sentido contrario, donde la tecnología tiene menor relevancia es en la
dirección de la tarea, en el control de toma de decisión y en la autonomía
sobre el día a día, de la eliminación de trabajo; es decir en los roles de
trabajo organizados alrededor de la tecnología.
Los diferentes estudios ponen de
manifiesto que las actitudes, además de variar con la posición y cualificación
de los empleados, también dependerían de la experiencia previa con la nueva
tecnología y con su fase de introducción, ya que las actitudes más recelosas
hacia las mismas tienden a aparecer antes de su introducción, o durante el
mismo proceso de implementación, aspecto éste que está estrechamente asociado
con la forma como la dirección encauce el proceso de introducción.
El cambio tecnológico no es un
proceso monolítico experimentado uniformemente, percibido de manera
unidimensional, bondad/maldad de la innovación tecnológica, sino que sus
efectos y consecuencias afectan a múltiples dimensiones y facetas de la organización
y de la experiencia vital de los trabajadores. No se entiende el impacto de la
tecnología como algo estático en el tiempo que pudiera considerarse como
definitivo, sino que sus efectos son dinámicos. La innovación tecnológica y el
proceso de articulación de la organización y el trabajador es cambiante en función
de una serie de variables personales y situacionales.
En términos globales, las
innovaciones tecnológicas resultan necesarias y beneficiosas para la mejora de
la competencia empresarial y para la supervivencia de la empresa. Al mismo tiempo,
los trabajadores pueden sufrir riesgos de exclusión y desadaptación al favorecer
el desarrollo de nuevos problemas de estrés mental, movilidad y necesidad de
continuo reciclaje.
La relación del trabajador con la
nueva tecnología y el producto, viene mediatizada por la capacidad de
interpretación del trabajador para entender y comprender las señales y signos
que emiten las nuevas máquinas, lo que implican un cambio en la identidad del
trabajo.
Ciertos grupos de población
laboral experimentan una falta de control de acceso y disponibilidad suficiente
de recursos para hacer frente a los problemas de desajuste que provoca la
irrupción de nuevas tecnologías en sus puestos de trabajo. Esto exige
proporcionar la formación e información necesarias para que los trabajadores
puedan afrontar con confianza las transformaciones de sus puestos de trabajo y
del ambiente laboral.
Es importante que las empresas
estén conscientes de las posibles consecuencias que existen ante los cambios
tecnológicos, como la resistencia al cambio y los antes mencionados y puedan
hacer frente a ellos, así como aprovechar los efectos favorables.
EJERCICIO.
Elabora un mapa mental sobre el movimiento histórico de las empresas
contestando a lo siguiente:
·
¿Qué?
·
¿Para qué?
·
¿Cómo?
·
¿cuándo?
jueves, 6 de septiembre de 2012
viernes, 15 de junio de 2012
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